El karate se practica descalzo. Los practicantes utilizan Karategui ( Chaqueta y pantalón blanco) y un cinturón que distingue el rango del karateka. Las prácticas de karate comienzan y terminan con un saludo lo cual es un ritual que compromete al karateka a dar su máximo esfuerzo para el entrenamiento.
La práctica del karate se realiza en el dojo. Es el lugar de entrenamiento, debe ser adecuado para enseñar la concentración en los practicantes, alejado del ruido, el piso ideal debería ser de madera, y un sitio sagrado, que para nuestra organización, lo llamamos shomeni.
Los alumnos se forman por orden de grados frente al maestro y a la orden de “rei” (saludo) saludan hacia el shomeni, a la orden de “zarei” (sentados de rodillas) y “mokuzó” (meditación, se intenta por medio de la meditación liberar la mente, dejar atrás los problemas, no desarrollar sensaciones negativas). Saludan al sensei y se da comienzo al desarrollo de la clase.
La práctica del Karate-do comprende tres tipos de ejercicios fundamentales:
KIHON (Básicos): Son los elementos fundamentales del Karate-do: posición, postura, coordinación de movimientos del cuerpo y concentración hacia el oponente. Esto provee sólidas bases, y si el básico es fuerte, será más fácil desarrollar las técnicas avanzadas.
KATA (Forma): Es una secuencia pre-establecida de técnicas y movimientos, simulando combate contra múltiples oponentes imaginarios. Este método especializado de entrenamiento es una extensión racional de los básicos, ofreciendo situaciones en donde ciertos ataques y defensas son aplicables. El KATA puede ser practicado sólo o en equipos, con precisión, y ofrece practicar en combinación con técnicas, enfocando o no la tensión, controlando de respiración y el ritmo. Para cada nivel en el estudio del Karate-do hay un KATA asignado que debe practicar el estudiante (Mental y Físicamente) para avanzar al siguiente nivel.
KUMITE (Combate): Como en el KATA, cada nivel tiene su método de combate asignado, desde el combate formal de cinco o un pasos de los niveles básicos, donde el objetivo, el ataque y la defensa son pre-establecidos; hasta el combate libre de los niveles más avanzados, donde los participantes actúan espontáneamente bajo su propia voluntad variando los ataques y defensas, utilizando el tiempo, la distancia y la estrategia. Pero siempre el ataque es detenido antes de hacer contacto al cuerpo del oponente, lo que implica que el practicante requiere un extremo control del cuerpo y una sólida disciplina.